La Ferrari Testarossa vuelve a la vida con una versión siglo XXI

Dentro de la rica historia de Ferrari como marca constructora de vehículos deportivos hay varios modelos que se destacaron. Uno de ellos sin dudas en la Testarossa, un modelo que supieron tener varias personalidades famosas en el mundo y que fue objeto de deseo por muchos de los mortales. Justamente este ejemplar volverá a fabricarse, aunque no se trata de una versión oficial sino que es un proyecto llevado a cabo por una firma llamada Officine Fioravanti.

Se trata del primero proyecto de esta firma de nombre italiano, pero que se afinca en Suiza. La intención de la compañía tiene como objetivo devolver a la vida a uno de los Ferrari más emblemáticos. De momento andan embarcados en su desarrollo con una primera unidad que muestran con orgullo en sus perfiles sociales vistiendo en blanco.

Si bien de momento no detallan cuando podrá encargarse, cuál será su precio y qué número de unidades verán la luz (que serán muy limitadas como es habitual en los llamado restomod), sí develaron sus ingredientes.

A nivel estético, este resucitado Ferrari Testarossa apenas se diferencia del original: el largo y afilado capot, las formas aristadas o los icónicos listones en el lateral están presentes. No obstante, sí que cambian los materiales: por ejemplo parte de los paneles de la carrocería o el interior, así como algunos elementos del chasis, van en fibra de carbono, lo que permite que sea 130 kg más ligero: para la báscula en unos 1.380 kg.

Lo mismo ocurre con el habitáculo, que si bien calca las líneas del de los años 80, recurre más al cuero y los mandos antes de plástico ahora son de metal. En lo que respecta a las llantas, en diseño son también muy continuistas, pero son más grandes: de 17 pulgadas para su eje delantero y de 18 pulgadas para el trasero.

No obstante, hay diferencias respecto al Testarossa, sobre todo a nivel mecánico. Y es que aunque monta el V12 plano de 4.9 litros presente en el original, su potencia se estira hasta los 510 CV y su par llega a los 601 Nm, en comparación a los 390 CV y 490 Nm que rendía el primigenio.

Y es que los chicos de Officine Fioravanti revisaron el mítico bloque del superdeportivo italiano, modificando por ejemplo la inyección o la distribución, además de aportar nuevos sistemas de admisión y escape. Así, promete alcanzar los 322 km/h, que son 32 km/h más que los que firmaba la Testarossa.

También cuenta amortiguadores ajustables dobles Öhlins, que fueron específicamente desarrollados por la firma sueca para este restomod, y que pueden modificarse a golpe de botón desde el habitáculo. O unos frenos Brembo de alto rendimiento, con discos ventilados y pinzas de seis pistones delante y de cuatro atrás.

Más allá de sus aspectos técnicos, la frutilla la pone un teléfono embarcado, que parece ochentoso pero que en realidad opera con Bluetooth y al que podemos conectar un teléfono móvil para realizar llamadas.

En definitiva, una máquina del tiempo que logró actualizarse con detalles de la actualidad pero que no perdió el encanto con el que supo ganarse el corazón de los fanáticos tanto de los deportivos como de la marca que le dio vida. 

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